Hoy pasamos por el Blog para hablaros de la luz…ese elemento tan fascinante, complejo e importante para nuestra vida. Y de la relación que tiene con nuestra escuela 🙂

Los primeros años de vida del ser humano se caracterizan por la constante búsqueda de relaciones: objetos, personas y ambiente son manipulados, examinados e interrogados por las pequeñas mentes (y manos) de nuestros niños y niñas.

La luz tanto natural como artificial juega en estos primeros años un papel fundamental y desde que nacen, los niños ya perciben con mucho interés las zonas de luz y de sombra.

La luz hace preciosos los materiales más comunes y da un halo especial  a todos los objetos que atraviesa causando fascinación en la mirada de los más pequeños.

Cuando los niños tienen la posibilidad intervienen sobre la luz de mil maneras.

Un simple haz de luz puede modificar colores, transformar y hacer especial cualquier espacio u objeto cotidiano. La luz es una gran herramienta pedagógica a la que le podemos sacar mucho partido con un poco de creatividad. Luces y sombras invitan a explorar, a investigar y a inventar mil historias en un espacio ambiguo que se mueve entre la magia y la ciencia.

La luz multiplica las posibilidades de juego y aprendizaje, invita a investigar, experimentar y sumergirse en un entorno especial donde la materia se convierte y se transforma y donde la curiosidad y el asombro son protagonistas.

En la escuela preparamos entornos donde la luz y sus diversas formas pueden ser investigadas a través de la exploración y dando a los niños, la posibilidad de interrogarse sobre un elemento tan vital como es la luz, estableciendo hipótesis individuales y colectivas y buscando explicaciones, experimentando con la luz y sus formas los niños llegan a conclusiones que en muchas ocasiones no pueden ir acompañadas de palabras.

Emocionante ¿Verdad?

Es esta maravillosa relación entre los niños y  las variaciones de la luz lo que nos lleva en la escuela a plantear diversas experiencias siguiendo la Pedagogía de la luz.

El juego de los niños toma un sentido diferente, las propuestas se transforman, las luces y las sombras se incorporan al juego. La luz se puede tocar y el mundo se ve de otro color.